miércoles, 21 de marzo de 2012

Comunicado sobre los hechos de violencia acontecidos recientemente


"La casa que vence la sombra" es el lema que ha imperado en el corazón de numerosas generaciones de ucevistas y que hoy parece ser un grito lastimero que añora una época de oro académica que pareciera ser inalcanzable. Dicha frase parece efímera al ver como nuestra casa de estudios esta siendo constantemente asechada por las sombras de la infamia, la violencia y la ignorancia.

En horas de la noche del martes 20 de marzo del 2012, las paredes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas fueron testigos de una bofetada a nuestra dignidad. Las sombras de la barbarie escupen sobre nuestro recinto académico al ocasionar una explosión en el interior del edificio utilizando artilugios propios de un terrorista. Cabría destacar, los disparos con armas de fuego efectuados por grupos violentos en diferentes escuelas de la Universidad Central de Venezuela.

De más está señalar el daño generado a instalaciones declaradas como Patrimonio de la Humanidad y planificadas por el genial Carlos Raúl Villanueva. El verdadero daño no reside en unas baldosas rotas o en puertas quemadas; el verdadero daño se encuentra en la manera en que hemos dejado que nuestra casa de estudios quede sumergida en el foso de la violencia, donde de manera impune cualquier vándalo genera el caos que desee y peor aún, nos impide como estudiantes tener nuestro justo y necesario acceso a la educación.

Sea cual sea la bandera que se defienda, con esta clase de medios pierde toda legitimidad frente al estudiantado, el uso de la violencia como medio de protesta ha de ser completamente rechazado por la comunidad universitaria en su totalidad. De nada sirve reivindicar una idea cuando en el proceso se intenta arrasar con las demás y peor aún, se compromete el patrimonio de la Universidad y se lanza sobre el estudiante el yugo de la zozobra.

Desde Aristeia rechazamos todo uso de la violencia, ya sea como medio de protesta o para dar a conocer una causa. No podemos permitir la existencia de grupos violentos que pongan en peligro la vida del estudiante o que denigren el honor de nuestra institución. Nuestra propuesta es la de retomar la vía del diálogo y el debate, antes que la situación se torne imparable y tengamos que modificar nuestro lema a “la casa vencida por la sombra”.

¡Patria, Academia, Aristeia!

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